Los alfares de Talavera de la Reina empezaron a florecer a partir del siglo XVI, al recibir un gran número de encargos para fabricar los azulejos que debían ornamentar zócalos y pavimentos de casas y palacios. Las composiciones figuradas policromas reproducen diseños hermanados con las producciones italianas policromas renacentistas que, por su novedad, habían inundado rápidamente el mercado europeo. Paralelamente se fabricaban vajillas, objetos de escribanía y botes de farmacia cuya ornamentación fue evolucionando con las modas del momento. Como consecuencia del prestigio que adquirieron las producciones talaveranas de los siglos XVI y XVII, en los alfares aragoneses y sevillanos se hicieron imitaciones de las series talaveranas más icónicas.

A lo largo del siglo XVIII los alfareros de Talavera fabricaron las obras más ambiciosas: jarras ornamentales de gran formato y aguamaniles decorados con escenas cinegéticas y alegóricas inspiradas en los grabados del flamenco Stradanus (1523-1605) y del italiano Antonio Tempesta (1555-1630), al tiempo que fabricaron vajillas en claroscuro azul, inspiradas en las producciones italianas de la Liguria. Uno de los artistas más destacados de la manufactura de Alcora, José Causada (activo entre 1743 y 1750), decidió abandonar Alcora en 1750 e instalarse en Talavera de la Reina donde trabajó unos años antes de regresar a la manufactura castellonense. Durante este corto periodo, Causada diseñó decoraciones inspiradas en las alcoreñas dando lugar a la serie de influencia de Alcora. Los artistas de Talavera, estimulados por el elegante refinamiento de la cerámica de Alcora, mejoraron la calidad de las arcillas, los modelos y las decoraciones.

Este jarro ornamental con tapa, gallonado y con aplicaciones en relieve y cuello troncocónico con asas en forma de voluta, tiene cuerpo en forma de copa. Es una tipología única de la que no se conoce otra igual, por lo que podría tratarse de un encargo. El cuello está ornamentado con figuras femeninas vestidas de época sobre un terreno simulado. El receptáculo alterna grupos de tres frutos y pequeños motivos vegetales con motivos en forma de piña en relieve. El pie ostenta grupos de arquitecturas, muy similares a las que aparecen en la serie de rayado rojo de Alcora. La tapa presenta palmas en relieve, volutas y pomo en forma de piña.