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Manufactura de Alcora

Mancerina

Serie de rayado rojo (hacia 1750)

INFORMACIÓN DE LA OBRA

Cerámica, loza decorada con reflejos metálicos, ø 31 cm

La manufactura de Alcora fue fundada en 1727 por el IX conde de Aranda en terrenos de su propiedad en la actual provincia de Castellón. El objetivo era crear una fábrica de lozas y porcelanas de lujo que compitiera con las manufacturas extranjeras. Los privilegios reales, entre los que destacaba la exención de impuestos en la exportación de piezas y la libre entrada de materiales desde el extranjero, permitieron que esta manufactura persistiera hasta mediados del siglo XIX a pesar de no contar apenas con beneficios.

A lo largo de su existencia, la fábrica se convirtió en un modelo de organización y en un referente de orientación estética gracias a la contratación de especialistas extranjeros, artistas y «secretistas» que aseguraban conocer el secreto para la fabricación de la porcelana. Además, la creación de una academia de aprendices permitió a la manufactura continuar proporcionando una producción de máxima calidad.

Esta mancerina se enmarca en la segunda época (1749-1786), que comenzó cuando Pedro Pablo, hijo del IX conde de Aranda, heredó la fábrica. El X conde fue embajador de España en París y estuvo en contacto con los enciclopedistas. Su curiosidad le llevó a buscar la fórmula de la porcelana, consiguiendo únicamente una pasta similar a la pasta tierna francesa y a la tierra de pipa inglesa.

La complejidad de la fábrica provocó un foco de malestar que derivó en dimisiones y en la creación de otros talleres que intentaron, sin demasiado éxito, imitar la cerámica alcoreña. Por este motivo, la fábrica de Alcora solicitó al rey una orden que le permitiera identificar sus productos con una «A». En 1789 se clausuraron por orden real las llamadas, despectivamente, «fabriquetas».

Esta mancerina en forma de venera está decorada con los motivos ornamentales característicos de la serie de rayado rojo (grupos de arquitecturas flanqueadas por árboles y pequeños grupos de frutos), pero aplicados con reflejos metálicos, una técnica de origen islámico que fue descubierta por los alfareros de Siria, Persia y Egipto en el siglo IX. Desde que llegó a al-Ándalus, se aplicó a las vajillas y jarrones ornamentales que se exportaron por el Mediterráneo. Desde finales del siglo XIV y hasta el siglo XVIII, los alfares valencianos fabricaron por encargo gran cantidad de servicios de mesa de reflejos metálicos. Los pintores de la fábrica de Alcora se hicieron eco de esta técnica y decoraron unos pocos servicios para el mercado local.

La mancerina es un plato circular, en forma de concha, de hoja de parra o de paloma, con una abrazadera para sostener la jícara o taza sin asa que contenía el chocolate deshecho. Fue inventada en la segunda mitad del siglo XVII por el marqués de Mancera, virrey del Perú. Los primeros ejemplares son de plata virreinal, pero durante el siglo XVIII también se hicieron en loza o porcelana.