Moustiers (Francia)
Fuente
Decoración à broderies et figures (hacia 1740)
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Cerámica, loza policroma, 37 x 30 cm
Moustiers es una pequeña población situada entre montañas en los Prealpes franceses que adquirió fama gracias a una dinastía de alfareros-pintores, los Clérissy. En 1677, Pierre Clérissy I (activo hasta 1728), un aventajado pintor de loza, fundó una alfarería que fue continuada por su hijo Antoine (1728-1732) y por Pierre Clérissy II hasta 1783. La promulgación de diferentes edictos reales a finales del siglo XVII y principios del XVIII, favoreció la producción cerámica de Moustiers. Dichos edictos prohibieron el uso de vajillas de oro y plata que, durante este periodo, fueron sacrificadas en beneficio del Estado con el fin de sufragar las guerras, el comercio con Oriente y los excesivos gastos de la corte. Desde entonces los servicios de mesa fabricados en esta localidad se comercializaron con éxito entre las familias aristocráticas, no sólo del sur de Francia, sino de todo el país.
Uno de los repertorios ornamentales de mayor éxito fue el que se conoce con el nombre de bérianesque o decoración Bérain, adaptado a la cerámica desde 1699, y que los estudiosos de la cerámica de Moustiers denominan à broderies et figures. Jean Bérain I (1640-1711), decorador de la cámara y el gabinete de Luis XIV en el palacio de Versalles, creó un nuevo repertorio ornamental que se popularizó a través de la publicación de sus grabados en 1711. Se trata de una serie de composiciones de grutescos o escenas historiadas enmarcadas por cenefas de puntillas rigurosamente dibujadas, inspiradas en la decoración de los libros y en los grabados de joyeros y ornamentalistas. Si bien al principio se aplicaban únicamente en color azul, con el tiempo y a medida que proliferó el uso de escenas mitológicas y alegóricas, una policromía poco estridente empezó a combinarse con el claroscuro azul.
Esta fuente oval de borde ligeramente gallonado presenta una escena mitológica central con tres figuras femeninas, posiblemente tres musas, en un paisaje con árboles y arquitecturas. Una de las figuras toca la mandolina bajo un arco de piedra sobrevolado por Pegaso. Junto a ella, otra musa alza en su mano izquierda lo que parece ser un pergamino. La tercera las observa junto a un globo terráqueo. En la parte inferior izquierda aparece una inscripción: «Le musos».