Frans Snyders (Amberes, Bélgica, 1579-1657)
Bodegón del enfriador
1610-1620
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Óleo sobre lienzo, 165 × 230 cm
Frans Snyders aprendió en Amberes con Pieter Brueghel el Mozo y en 1602 fue reconocido como maestro ingresando en la corporación de pintores. Al año siguiente está fechada su primera obra conocida con caza, fruta y verduras (paradero desconocido, antes en la galería Willems de Bruselas). Mediante la recomendación de Jan Brueghel –vuelto de Italia y protegido del cardenal Borromeo– viajó en 1608 a Milán y Roma, de donde regresó en julio del año siguiente. Pronto comenzó su colaboración con Rubens –Filopómenes descubierto por la anciana (1610/1612, Museo del Prado)– especializándose en la pintura de animales muertos, incluido pescado, y también frutas y verduras. Aunque colaboró con otros maestros, la mayor parte de su producción de grandes dimensiones es independiente; prefiere los bodegones con cocinera o vendedores del mercado o naturalezas muertas donde a veces se mezclan animales domésticos que disputan entre los alimentos.
Más tarde aparecen otras obras compuestas principalmente con animales vivos: luchas entre ellos, perros cazando, fábulas de Esopo o conciertos de aves, como las muchas que hizo para la Torre de la Parada en 1636-1638, en ocasiones con paisajes de Wildens.
Las primeras obras de Snyders muestran influencias de Pieter Aertsen y Joachim Beuckelaer por la acumulación de elementos, punto de vista elevado, representación de escenas al fondo y cromatismo variado; estas tendencias seguramente se vieron reforzadas por el conocimiento en Italia de los bodegones de los Campi y de Passerotti.
De manera general, los elementos y su disposición en el Bodegón del enfriador están próximos a la primera manera de Snyders. La pequeña escena de una pareja cocinando al fondo procede de Aersten y Beuckelaer, si bien hasta 1636 la conocemos en Adriaen van Utrecht (Naturaleza muerta del papagayo, Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique). La mesa con sus quesos, pichel y copa alargadísima está en la línea de las pinturas de colaciones de Osias Beert y Clara Peeters, lo que enseguida desaparece en Snyders. El claroscuro intenso que se difunde por diversas zonas no aparece en etapas posteriores, pero la composición diagonal que marca sobre todo el pavo real es constante en el pintor. El ave se repetirá en pinturas del flamenco, como también la cabeza de jabalí, el repollo o los pajarillos. Entre los objetos destaca el enfriador gallonado con patas de garra que también pintó Gaspar van den Hoecke en 1618 (Lázaro y el rico Epulón, en paradero ignorado, conocido por fotografía). Lo más extraño es la colocación en el suelo de las piezas en primer término, pero el punto de vista alto, que provoca algunas incorrecciones de perspectiva, se observa en las rarísimas obras suyas datadas en el primer decenio.
Por último, son sorprendentes las coincidencias que existen –escena figurada, enfriador, cabeza de jabalí y pavo real, por ejemplo– con la tabla de El Gusto firmada y datada en 1618 por Jan Brueghel (Museo del Prado) donde Rubens hizo las figuras. Teniendo en cuenta la relación existente entre Brueghel y Snyders, ¿se inspiraría aquel en este o intervendría incluso Snyders en la tabla de su mentor?
No cabe duda de que la inscripción que ha aparecido tras la reciente limpieza –«David Teniers junior / Fecit 1676»– es apócrifa. En nada coincide con las numerosas firmas de Teniers (Amberes, 1610 – Bruselas, 1690), que trabajó en formatos menores, nunca hizo obras de este género, que nadie cultivaba ya por entonces, y había alcanzado enorme prestigio. [José Manuel Cruz Valdovinos]