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Amadeo Gabino (Valencia, 1922 – Madrid, 2004)

Apolo 22

1974

INFORMACIÓN DE LA OBRA

Acero inoxidable, 50 × 50 × 50 cm

OTRA INFORMACIÓN

Firmado y fechado en ángulo inferior: «Amadeo Gabino AG-1974»

Escultor e hijo de escultor, Amadeo Gabino estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos en Valencia para luego, entre 1948 y 1959, ampliar sus estudios en Roma (Academia Española de Bellas Artes), París (École des Beaux Arts y École du Louvre), Hamburgo (Staatliche Hochschule für Bildende Kunst) y Nueva York (gracias a una beca de la Ford Foundation). Tras ver en Italia los trabajos de Arturo Martini y Mario Marini y conocer de primera mano en París el arte contemporáneo, el artista trabajó en esculturas femeninas en bronce caracterizadas por una clara necesidad de síntesis que centraban su fuerza en un punto: los ojos pintados. En 1957 se produjo un cambio relevante en su trayectoria cuando comenzó a utilizar el hierro. Las esculturas de este momento responden a planteamientos constructivistas y se componen de varillas o barras filiformes ensambladas que tienden a una marcada verticalidad. Estas obras, en las que el artista parece estar ligado a las experiencias pioneras de Julio González y Picasso en torno al assamblage, nada tendrán que ver con la que será su siguiente etapa, la que marcó su estilo personal.

A partir de mediados de los años sesenta, Gabino desarrolló una técnica de superposición de chapas metálicas circulares que disponía de manera concéntrica. Trabajó inicialmente en hierro y acero, pero enseguida dio paso a la utilización de materiales más ligeros y maleables, especialmente el aluminio y el latón. Esta práctica fue utilizada por el artista en torno a una forma geométrica por excelencia: el cubo, del que las columnas monumentales –tituladas Estelas– que el artista realizó a partir de este momento no son sino derivaciones. Al igual que en sus esculturas figurativas de primera época, estos cubos centran la atención del espectador en uno o varios puntos determinados: aquellos donde el artista desarrolla la superposición de chapas circulares. La escultura de esta etapa, que durará hasta aproximadamente los años noventa, se caracterizó, como se ha señalado, por el análisis continuado de las distintas posibilidades basadas en una misma forma y por el estudio del descubrimiento de su interior desde el exterior. Esta necesidad de remarcar un punto determinado que tiende hacia el interior de la estructura, plantea en el fondo cuestiones simbólicas: es una forma de preguntarse por lo íntimo, por lo que subyace, por lo que se mantiene oculto frente a lo que es visible. En este tipo de obras, el artista trabajó de forma seriada, como es el caso de Marte (cubos realizados en hierro) o de Apolo (en acero inoxidable), serie a la que pertenece la obra de la Colección Banco Santander.

Aunque Gabino es un artista cuya práctica esencial se dedicó a la escultura, es necesario mencionar también su interés en el desarrollo de la obra gráfica, su colaboración con arquitectos contemporáneos y su labor en torno al diseño de objetos. [Inés Vallejo]