Proyecto desarrollado en colaboración con el Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS). La iniciativa tiene el fin de conseguir la reinundación del terreno, logrando que una superficie de 100 hectáreas sea devuelta progresivamente a su estado natural original.
La marisma de Rubín, uno de los espacios de mayor valor ecológico de Cantabria, ha estado sometida a procesos de desecación desde mediados del siglo XX, lo que interrumpió la acción intermareal que le era propia.